viernes, 1 de octubre de 2010

Este silencio cruel de noche, te lo dedico. Esta amargura de fruta marchita. Este aliento entrecortado por el asma de mi fueye más íntimo. Esta mentira desparramada en mi cara sin humanidad por tus tenebrosas palabras destructoras. Este pecho duro que soporta tu pie triunfador.
Este dolor de niña herida, es tuyo. Esta pérdida de mujer.
Estos brazos que extrañan tu cuerpo cálido con olor a café, te amarran hasta el fin de esta vida y más allá.